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Para expresar las diferencias entre acontecimientos de duración (imperfecto) y hechos puntuales (indefinido) se emplean expresiones adverbiales de tiempo en alemán. Sin embargo en alemán se suele utilizar la forma compuesta del Perfekt en el lenguaje hablado para expresar acciones pasadas (los dos verbos auxiliares sein y haben + participio). A través del pretérito perfecto compuesto se expresa un pasado que está relacionado con el presente en español. Al Perfekt alemán le falta esta connotación. Como he señalado arriba, su uso es distinto, ya que sirve para expresar cualquier acción pasada. Resumiendo se puede concluir que en el lenguaje hablado al Perfekt le corresponden en español tres tiempos: indefinido, imperfecto y perfecto. El futuro se expresa en alemán con el verbo auxiliar werden + infinitivo (ich werde gehen) que corresponde a las dos formas “iré” y “voy a ir”. Sin embargo, el alemán suele expresar acciones futuras en presente, indicando el futuro con un adverbio temporal. “El próximo verano iré a Viena” se expresa de la manera siguiente: Ich fahre nächsten Sommer nach Wien. Aquí el verbo está en presente (ich fahre) y nächsten Sommer indica que va a ser el verano que viene. Por esta razón puede pasar que el alumno de habla alemana también exprese acciones futuras con el presente en español. Hay que subrayar que el presente en español no cumple esta función. El condicional es otra forma verbal compuesta en alemán (würde + infinitivo): “Iría” se traduce como ich würde gehen. Otro tiempo que no tiene correlato en alemán es el pretérito anterior. Tampoco existe la forma verbal del gerundio en alemán. Para expresar la forma española "estar" + gerundio se emplea el adverbio temporal gerade en alemán: “Leo” Ich lese “Estoy leyendo” Ich lese gerade Todas estas formas temporales le pueden causar problemas al alumno de habla alemana. Al llegar a un nivel más avanzado del español como lengua extranjera, el alumno se ve enfrentado con una de las principales dificultades, que es el subjuntivo. Aunque también existen dos modos en alemán, el indicativo y el Konjunktiv, el empleo del Konjunktiv no es comparable con el subjuntivo español. Al ser un tema muy amplio e importante –el subjuntivo se utiliza con mucha frecuencia– solamente se puede destacar que hay que tener en cuenta que este tema requiere mayor atención. En cuanto al verbo, quiero mencionar también que no todos los verbos reflexivos en español lo son en alemán y viceversa. El verbo “llamarse”, por ejemplo, no es reflexivo en alemán (heißen), mientras que el verbo “afeitarse” lo es tanto en español como en alemán (sich rasieren). El orden sintáctico de una frase principal es distinto en los dos idiomas en cuestión. En español el complemento directo y el complemento indirecto siguen al verbo. En la frase principal alemana el verbo siempre está en segundo lugar y le siguen el complemento en dativo (complemento indirecto) y el complemento en acusativo (complemento directo).
La subordinación cambia el orden sintáctico alemán. En todas las subordinaciones el verbo conjugado se coloca al final de la frase: Ich gehe heute nicht zur Arbeit, weil ich krank bin. “Hoy no voy al trabajo porque estoy enfermo”. Formas verbales compuestas como, p.e., el perfecto, también demuestran otro orden sintáctico en los dos idiomas. Cuando en español el verbo auxiliar “haber” nunca se separa del participio, en el alemán sí se separa en las frases principales:
La composición de verbo modal + infinitivo sigue el mismo esquema: El verbo conjugado se coloca en segundo lugar y el infinitivo al final de la frase:
Tal como en español, el orden sintáctico de las frases puede variar según cual sea el objeto sobre el que recaiga el peso principal de la acción. A diferencia del español, en alemán existen tres géneros: masculino, feminino y neutro. Siguiendo las reglas generales del español, los géneros de los sustantivos se pueden conocer según su desinencia. Pero como ocurre tantas veces, las excepciones son abundantes. Sobre todo destacan los sustantivos terminados en -a que son masculinos, p.e. “el problema”, “el idioma”, “el programa”, “el sistema”, “el tema”, “el mapa”, etc. Las formas del plural son más sencillas en español que en alemán, debido a que hay nueve posibilidades de crear el plural de los sustantivos alemanes. Los artículos determinados e indeterminados correspondientes a los tres géneros son der/ein (masculino), die/eine (feminino) y das/ein (neutro). Para la forma del plural sólo existe una forma del artículo determinado (die) y ninguna del artículo indeterminado. Sin embargo se puede traducir “unos libros” o bien con Bücher (forma plural de das Buch = “el libro”) o einige Bücher (“unos cuantos libros”). Existen además en alemán artículos negativos para su uso específico en combinación con el sustantivo. Así, en el caso de decir “no tengo tiempo” la frase no se niega con nicht, sino con el artículo negativo: Ich habe keine Zeit. Otra de las diferencias al respecto de la negación es la ausencia de la doble negación en alemán, tal como se conoce en español. Es el caso de “no le importa nada”, lo cual resulta redundante para un hablante alemán. La declinación del sustantivo está determinada por los cuatro casos que se distinguen en alemán, a saber: el nominativo, el acusativo, el dativo y el genitivo. En español, los artículos en nominativo y en acusativo son iguales mientras en alemán cambian: “un café.” ein Kaffee. (nominativo) “Tomo un café.” Ich trinke einen Kaffee. (acusativo) La función sintáctica del nominativo es la de sujeto, mientras que la del acusativo es la de complemento directo. “Él es un amigo.” ¿quién es el que? o ¿qué es lo que?
Er ist ein Freund. (nominativo, en alemán: „wer?“o “was?“) “Yo bebo un vino.” ¿a qué persona? o ¿qué cosa? Ich trinke einen Wein. (acusativo, en alemán: wen? o was?) El complemento indirecto equivale al complemento en dativo en alemán. Contesta a la pregunta wem? en alemán que en unos casos puede ser “¿a quién?”, “¿para quién?” o “¿a qué?”, “¿para qué?”. “Escribo una carta al jefe.” Ich schreibe dem Chef einen Brief. El genitivo está en desuso en la lengua hablada. Cada vez más se sustituye por el dativo. El genitivo es un complemento de otro sustantivo que contesta a la pregunta wessen? (en español “¿de quién?” o “¿de qué?”). “Esto es el despacho del jefe.” Das ist das Büro des Chefs. Como regla general se puede decir que para los complementos en dativo se utiliza la preposición a en español y para la del genitivo la preposición de. En todo caso, es el verbo el que determina cuántos objetos hacen falta. Pero no solamente los verbos determinan los casos, sino también las preposiciones. Las preposiciones nunca exigen el nominativo sino siempre los casos gramaticales acusativo, dativo o genitivo. Tal como en español, en alemán existe la contracción del artículo determinado con preposiciones (en español: a + el = al, de + el = del; en alemán: an + dem = am, bei + dem = beim, in + das = ins, zu + der = zur etc.). En relación a las preposiciones, una preposición española corresponde a varias preposiciones alemanas y al revés. Como ejemplo pueden servir las preposiciones para y por. Para se traduce entre otras con las siguientes preposiciones en alemán: “Llama para evitar discusiones.” Er ruft an, um Streit zu verhindern. “Tengo botas para la excursión.” Ich habe Stiefel für den Ausflug. “Quiero café para el desayuno.” Ich möchte Kaffee zum (zu + dem) Frühstück. Las posibles traducciones de por son las siguientes entre otras: “Doy la fiesta por ti.” Ich mache das Fest wegen dir. “Compro el libro por 2000 pesetas.” Ich kaufe das Buch für 2000 Peseten. “Conozco el país por las cartas de Juan.” Ich kenne das Land durch Juans Briefe. “Entra por la puerta.” Er kommt durch die Tür. “Cambia el libro por otro.” Er tauscht das Buch gegen ein anderes. “por la mañana” am (an + dem) Morgen “por la noche” in der Nacht Suele resultar sobreabundante el uso de la preposición de como nexo de unión, dada la versatilidad del alemán a la hora de formar palabras compuestas. Para decir la llave de la puerta de la casa en alemán se juntan los tres sustantivos das Haus + die Tür + der Schlüssel dando lugar a una única palabra: Haustürschlüssel. Pero tengamos en cuenta que, si bien es notoria la extrañeza ante la longitud y el número de consonantes seguidas que manifiesta un hispanohablante, no lo es menos la del alemán cuando su interlocutor le dice "hasta luego", pudiendo transcurrir meses hasta que se vean de nuevo. Alguien todavía estará esperando en alguna parte. Les sugiero que cuando le digan a un alemán "te llamaré", lo hagan. Él está casi seguro de ello.
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