REPERTORIO BÁSICO DE SIGNOS NO VERBALES
DEL ESPAÑOL Ana Mª Cestero Arco Libros, Madrid,
1999
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La editorial Arco Libros nos presenta bajo la dirección
de Francisco Moreno una colección denominada "Español/LE". Materiales Complementarios,
en la que se incluye el Repertorio básico de signos no verbales del español,
de Ana Mª Cestero. El objetivo de la Dra. Cestero es presentarnos un inventario
básico de gestos españoles útil y bien fundamentado, como una propuesta práctica
para la integración y explotación de la comunicación no verbal en la enseñanza
del español como lengua extranjera. Uno de los aspectos más relevantes de este
material es la fácil incorporación de sus contenidos al aula ELE.
El control de los elementos que constituyen el inventario se hizo a partir de
las propuestas de Pedro Benítez, Mª Antonieta Andión, Mª del Carmen Fernández
y Mª Jesús Madrigal (Cuadernos de ejercicios, 1998). De hecho, el Cuaderno
de Ejercicios presenta una parte comunicativa que se desarrolla en torno al
tema de los saludos y las presentaciones. Por tanto, ambos libros están no sólo
concebidos como materiales complementarios para la enseñanza E/LE, sino que comparten
algunos contenidos. Como la propia autora
nos advierte en la presentación del Repertorio básico de signos no verbales
del español, los signos básicos que reúne este material pueden ser enseñados
desde los primeros niveles del aprendizaje del español lengua extranjera.
Partiendo de esta premisa, y aunque el material
pueda parecer a simple vista de uso sencillo para los estudiantes, creemos que
su explotación debe ser dirigida y controlada por los profesores, que lo emplearán
y adaptarán según las necesidades específicas del aula. Aunque la autora no hace
mención a este aspecto metodológico en su presentación, hemos creído oportuno
tenerlo en cuenta ya que el libro utiliza profusamente el "metalenguaje", que
la mayoría de los estudiantes desconoce.
Empleando en el aula este material el profesor obtendrá una vía rápida y efectiva
para la interacción comunicativa natural, fluida y espontánea. Por los motivos
que hemos expuesto, este Repertorio básico se convierte en material de
referencia para el enseñante y herramienta indispensable a la hora de elaborar
las clases con una proyección eminentemente comunicativa.
La organización del material es una de las mayores cualidades de este libro, porque
facilita su sencillo manejo. Así, los tres índices temáticos con sus nociones
correspondientes nos permiten una rápida y simple labor de búsqueda. El criterio
para la organización y clasificación de los signos no verbales es nocio-funcional,
atendiendo a los planes curriculares más actuales. De hecho, el punto de partida
de los contenidos funcionales es el establecido por el Instituto Cervantes
en el año 94, relativo al nivel inicial, como aclara Ana Mª Cestero en su introducción.
El libro está estructurado en tres grandes
bloques atendiendo a su contenido, como se desprende de los epígrafes de los índices:
signos no verbales con usos sociales; signos no verbales estructuradores del discurso;
signos no verbales con usos comunicativos. Dentro de estos diversos usos (sociales,
discursivos y comunicativos), los signos no verbales se agrupan por nociones (por
ejemplo, dentro del primer uso o aplicación "saludar", "despedirse", "presentar",
etc.); cada noción, a su vez, va introducida por expresiones o construcciones
verbales que realizan la misma función comunicativa (¡Hola!, ¿Qué tal?, para la
noción "saludar"), a veces situados en dos contextos bien diferenciados: el formal
y el informal, al que puede añadirse un tercero (como en el caso de los saludos,
al que añade "saludos de paso"). La descripción
cinésica o kinésica de cada noción tiene en cuenta las distintas etapas de producción,
aunque se ilustre (a través de fotografías) solamente la fase central.
A esta detallada y minuciosa labor de exposición
y descripción del gesto, la autora añade los elementos paralingüísticos cuasi-léxicos
(en este caso, y tomando de nuevo la noción "saludar", tenemos dos elementos:
¡Ee! ¡Hm!), atendiendo a su forma de realización o producción, y las informaciones
proxémicas y cronémicas pertinentes al gesto presentado.
Una vez que hemos visto la organización material en su conjunto, pasaremos a analizar
las tres unidades o bloques temáticos que lo componen, usos sociales, discursivos
y comunicativos, que son totalmente independientes y divididos internamente por
distintas nociones. Estos bloques temáticos se subdividen en nociones con un claro
valor funcional, y siempre van acompañados de su correspondiente contexto lingüístico.
Veamos ahora como se organiza internamente
cada una de las clasificaciones establecidas. Dentro de los usos sociales encontramos
recogidos los "saludos", las "despedidas" y "modos de dar las gracias". Cuando
el gesto lo requiere se tratan en el contexto formal e informal. Se compone de:
descripción del saludo, exposición de los elementos paralingüísticos, información
proxémica -sobre la distancia mínima entre los hablantes- e información cronémica
-sobre el tiempo de duración-. Bajo el
epígrafe Usos estructuradores del discurso la autora recoge los signos no verbales
de los que se sirven los hablantes para apoyar y continuar el discurso (iniciar
el discurso, indicar un turno de palabra, pedir que alguien hable más despacio,
etc.). Lógicamente, las nociones estudiadas en este bloque incluyen, como sabemos,
los gestos, los signos paralingüísticos y las informaciones proxémica y cronémica.
Por lo que se refiere a los usos comunicativos,
la autora reúne aquellos elementos no verbales que aportan información sobre distintos
estados de ánimo, la ubicación de objetos y lugares, y expresar deseos, sentimientos,
sensaciones, etc. Los usos comunicativos nuevamente se acompañan de los gestos,
elementos del paralenguaje y de nuevo las informaciones sobre el tiempo y el espacio
de la comunicación, cuando sean oportunas.
El estudio sobre la obra de la Dra. Cestero no sería completo si nos olvidáramos
de los aspectos comunicativos, culturales y lingüísticos que trata este material.
Hablemos del primero de ellos: la comunicación. Las tendencias metodológicas y
didácticas de los últimos años propugnan la enseñanza de "segundas lenguas" a
través de métodos comunicativos que olvidan el anterior método estructuralista.
La base sobre la que se sustentan estos nuevos métodos, es la idea de que una
segunda lengua se debe aprender principalmente, para comunicarse, por esto, los
ejercicios repetitivos y sistemáticos que propugnaba el estructuralismo ya no
tienen cabida. En cuanto a los aspectos
culturales, y como era esperable de un material cuyo pilar básico es la comunicación,
el libro también tiene un lugar reservado para la cultura. Este aspecto se estudia
bajo dos epígrafes: información proxémica y cronémica, en ambos casos, con relación
a cada una de las nociones que se estudian, y siempre según el criterio de la
profesora Cestero, cuando es oportuno a la noción planteada.
Por lo que respecta a los contenidos lingüísticos, hemos de aclarar, que la materia
abordada y el objetivo comunicativo de este material justifican el tratamiento
del contenido lingüístico. Las formas y las expresiones verbales sirven sólo de
introducción a los signos no verbales y son, por tanto, un punto de partida y
un apoyo de los mismos. Creemos que la autora se sirve de ellos para que el aprendiz
pueda tener un punto de referencia y compare cómo ambos realizan la misma función
comunicativa en el discurso, las interacciones sociales y en la exteriorización
de estados anímicos, sensaciones, etc.
Para concluir, nos quedaría por añadir algo que se deduce de todo lo dicho anteriormente.
Este valioso material presta a los manuales de enseñanza de español como lengua
extranjera un soporte único en cuanto que se puede integrar el aprendizaje de
estos signos lingüísticos en los primeros niveles de adquisición de la lengua
española.
Marisol Villarubia. Universidad de Alcalá
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